Delta_telecom_lineas_voip

En voz sobre IP no existen las líneas de voz físicas como las conocíamos hasta ahora, simplemente existe una conexión troncal de datos para todas las líneas, hacia el operador IP.

¿Cómo se puede controlar entonces la capacidad para emitir y recibir llamadas? La respuesta son los canales de voz.

En voz IP las líneas tradicionales pasan a ser sustituidas por un enlace (troncal) hacia un proveedor de servicios telefónicos (ITSP), como Delta Telecom. Estos enlaces disponen de canales de voz que regulan la cantidad de comunicaciones simultáneas permitidas. Los canales equivalen al número de líneas que teníamos instaladas en la oficina con telefonía tradicional.

Ejemplo: si tienes contratadas 4 RDSI para darte servicio de 8 comunicaciones activas, tendrás instalados en tu empresa 4 TR1 de entrada y tu centralita tiene que disponer de 4 puertos de entrada libres (ampliar líneas si los puertos de entrada de la centralita están todos en uso, es muy caro). Con voz IP, al utilizar la conexión de datos ADSL, este es el único cable que se utiliza, pudiendo ampliar los canales que deseemos sin limitaciones y de forma económica.

Con telefonía IP sólo es necesario un cable, el cable de datos ADSL, que permite realizar todas las comunicaciones de voz de la empresa. Los canales voz se pueden contratar de uno en uno de forma rápida y económica. Basta con hacer una llamada de teléfono y el operador dará de alta el nuevo canal.

Los sistemas de telefonía IP son por lo tanto más flexibles, ya que contratamos tantos canales de voz como deseamos sobre la misma conexión de datos. Delta Telecom suministra sus líneas de una en una, contratas justo lo que necesitas. Con líneas telefónicas convencionales, sólo puedes contratar líneas RDSI con dos canales cada una, o un primario con 30 canales. Las opciones de telefonía tradicional son indivisibles y menos flexibles.

Para contratar una nueva línea, no es necesario que se desplacen los técnicos del instalador de líneas y mantenimiento de centralita, como sucede en telefonía tradicional. Una línea IP se contrata con una simple llamada de teléfono al operador y se habilita de forma remota.